miércoles, 19 de octubre de 2011

Agresión vs Periodismo

El periodista de Canal 7 Andrés Martínez fue empujado e increpado por un funcionario de seguridad de la presidenta Laura Chinchilla, el pasado lunes 10 de octubre en el Hotel Herradura por la noche, al querer el comunicador preguntar a la mandataria una información de una encuesta de UNIMER.

Y es que con dicha agresión se viola derechos fundamentales del hombre, tal y cual es el derecho a la información, a ser informado y por supuesto la libertad de expresión.

“Se deben respetar a los diferentes periodistas cuando están cumpliendo sus funciones, no se justifica una agresión, un acto de prepotencia o violencia para con un funcionario que busca información, claro está que siempre debe ser solicitada de la forma más respetuosa posible” explicó Jorge Pereza de la revista digital Voz Metropolitana. “El respeto entre las partes es lo fundamental en todo” añadió.

Ludwing Sibaja fue el funcionario de protocolo que empujo y reprendió al periodista Martínez, este acto provocó la reacción del Colegio de Periodistas por parte de su presidente Raúl Silesky, con lo cual el gobierno respondió que se tomarían medidas para prevenirlo en el futuro, por medio de su Ministro de Comunicación Roberto Gallardo. (Ver respuesta de Gallardo completa).

“El abuso a un periodista no es aceptable, sin embargo el abuso de un periodista para con una fuente, sea cual sea tampoco lo es. Hay espacios diseñados para las preguntas, tanto como ruedas de prensa, citas previas entre otras” opinó Carlos Cordero, editor y periodista del periódico El Financiero.

La reacción del reportero de Telenoticias fue muy acertada y compartida por muchos colegas, mantuvo la calma ante el abusador, fue enfático y respetuoso en su reclamo y termino de dar la nota de la manera más sobria.

El maltrato a los comunicadores por parte de distintos funcionarios y fuentes es cada vez más frecuente en Costa Rica y son situaciones que deben ser frenadas desde ya para que la labor de prensa, no se convierta en algo peor que en países como México donde ser periodista es sinonimo de peligro.




1 comentario:

  1. La agresión fue innecesaria, pero la actitud del periodista fue muy profesional, un ejemplo para muchos otros.

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